Gerión era un
monstruoso gigante alado, hijo de Crisaor y Calírroe. Estaba formado por tres
cuerpos humanos completos unidos por la cintura. Era prácticamente invencible,
pues en cada batalla vencía a sus oponentes con su insondable fuerza y sus seis
brazos. Gerión vivía en la isla de Eritia, más allá del Mediterráneo, y tenía
un perro bicéfalo llamado Ortro (hermano de Cerbero) y un esplendoroso ganado de
vacas rojas y bueyes resguardado por su perro y un pastor llamado Euritión.
Como su
décimo trabajo, a Heracles le fue ordenado robar el ganado del gigante Gerión.
Mientras cruzaba el desierto africano, Hercules atosigado por el calor, disparó
una flecha a Helios, el Sol, el cual le rogó que parase. Este lo hizo a cambio
de la copa de los dioses, que les permitía cruzar fácilmente el Mediterráneo,
con lo cual llegó rápidamente a Eritia. Heracles, entonces mató a Ortro y luego
a Euritión. Cuando llegó donde Gerión, lo venció de tal manera que desgarró su
cuerpo en tres partes.
La parte más
complicada del trabajo, fue quizá el transporte del ganado. En una isla
intermedia, Caco, dios de los ladrones, robó parte del ganado y lo llevó a una
de sus cuevas. Tras días de intensa búsqueda, Caca, hermano del dios, le indicó
a Hércules donde se encontraba el ganado, con lo cual pudo continuar. Hera,
celosa, mandó entonces un tábano que infectó al ganado, y hasta una inundación,
pero Heracles fue capaz de superarlo todo.
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